En medio de lo que los economistas llaman una “espiral inflacionista” todo sube. También el Euríbor, que es el índice al que vienen referenciadas la mayor parte de las hipotecas para calcular el tipo de interés variable que se aplica a esta clase de préstamos. Un Euríbor en positivo repercute en un incremento de las cuotas mensuales de la hipoteca de muchos españoles que en su día acordaron un tipo variable vinculado a este indicador.
¿Cómo me afecta la subida del Euribor y de la inflación?
La subida del Euríbor es una tendencia constante desde meses atrás. Sin duda, la guerra de Ucrania ha venido a acelerar este proceso, debido al incremento de los costes energéticos que ha desatado. La inflación, que también era tendencia, se ha visto agravada por la situación mundial. Las consecuencias son para los particulares y empresas fáciles de prever: reducción del consumo y ralentización de la economía.
Un Euribor en positivo y con tendencia al alza supone pagar más por las hipotecas. Para los que ya han comprado, mayores cuotas implican el pago de más intereses pero no una reducción del capital del préstamo hipotecario. Para los nuevos compradores que quieran contratar una hipoteca a tipo fijo, supondrá uno mayor. En definitiva, pagarán más por pedir dinero prestado a los bancos y entidades financieras en general.
El aumento del IPC, contrae a su vez el consumo y las empresas ingresan menos. Para estas, además el incremento de los costes energéticos y del carburante ha supuesto un duro golpe de cara a sus expectativas de crecimiento. Unas expectativas que parecían optimistas una vez superada, aparentemente, las consecuencias más negativas de la pandemia. Sin embargo, este nuevo frenazo a la economía, puede agravar la situación de muchas empresas y conducirlas al concurso de acreedores o al cierre.
Cómo se percibe esto en el día a día de una asesoría en Gijón
Desde el punto de vista de un gestor administrativo, acostumbrado a llevar asesoría de empresas tanto fiscal, laboral como contable, percibimos al cierre de este trimestre datos bastante preocupantes. También en el seno de la asesoría laboral de empresas para gestionar altas y bajas, seguimiento de convenios, ERTEs y demás, los movimientos se han intensificado en los últimos meses.
Por otra parte, las consultas sobre cómo actualizar las rentas de los alquileres con el IPC también han aumentado. En cuanto a la tramitación de transferencias de vehículos en Gijón, su incremento debido al auge del mercado de segunda mano en la compraventa de coches, se ha visto compensada con una disminución del volumen o importe de las operaciones, que refleja la contención en el consumo privado.
¿Seguirá subiendo el Euríbor?
En cuanto al Euribor, ya se barrunta una más que probable subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo. Y puesto que el Euribor marca el tipo de interés de los préstamos entre entidades financieras, si suben los tipos de interés, subirá el Euribor indefectiblemente. Se habla del mes de julio, como fecha posible, pero no hay nada asegurado.
Por el momento, este índice hipotecario ya cerraba el mes de abril en una media mensual del 0,005 %. Y aunque parece poco, es un hecho inédito desde 2016. Desde ese año el Euríbor no cerraba un mes en positivo como media.
En esto de las previsiones económicas las más acertadas son aquellas que se hacen a posteriori. Basta con recordar las que auguraban que el índice de referencia de las hipotecas más extendido se mantendría negativo al menos durante una década. Sin embargo, ahora los expertos prevén que el Euríbor seguirá subiendo hasta alcanzar el 0,40 % a finales de año (para otros subirá solo hasta un 0,13 %). Y calculan que en 2023 alcance un 0,80 %.
¿Qué pasa con la inflación?
Después de una subida espectacular del IPC disparada y potenciada tras la invasión rusa de Ucrania, en abril de 2022 la inflación ha moderado su ritmo de crecimiento, cerrando el mes con un aumento de “sólo” el 8,4 % respecto al 9,8 % del mes de marzo, según datos del INE.
De todas formas, en comparación interanual, el índice de precios al consumo no experimentaba estos incrementos desde nada menos que 1986. Hay pronósticos, no obstante, que se muestran favorables a una ralentización creciente de la inflación, pero todo está por ver.
¿En qué se traduce el aumento del IPC y el Euríbor?
Pues en menos capacidad económica de los hogares, en contracción del consumo y la demanda, y en descenso de la actividad económica de las empresas y de su competitividad a nivel internacional. En definitiva, empresas y particulares deberán hacer frente a más gastos con los mismos o menos ingresos que hasta ahora. Esperemos que la situación mundial mejore y que los responsables económicos sepan hacer eso: responder.
Por nuestra parte, como gestoría administrativa en Gijón, respondemos siempre a las necesidades de autónomos, empresas y particulares. Contacta ahora y plantéanos tus necesidades.